Recientes los resuoltados de esta segunda encuesta, nos disponemos a desvelar los resultados.
Esta vez ha mermado la colaboración de los encuestados en cuanto a número. 7 han sido las personas que han votado. De estas siete, seis aseguran que no les gustaría ser famosos o famosas, lo que representa un 85% aproximadamente, frente a una que asegura que sí le gustaría, correspondiendole la minoría de 14-15%.
A veces es bueno ser famoso. Dicen que "tener amigos, hasta en el infierno". Por esta regla de tres podemos pensar lo mismo de la fama. La fama es la "opinión que la gente tiene de la excelencia de alguien en su profesión o arte" según la RAE en una de sus acepciones. Por lo tanto pensemos. ¿No nos gustaría a todos que todo el mundo opinara bien de nosotros? Está claro que sí (aunque siempre habrá sujetos que dirán aquello de "pff, ¿y yo qué gano? Yo prefiero mantenerme al margen"); el problema biene cuando esa fama agrada a unos y desagrada a otros.
Aquí, en la redacción, nos encantaría que este blog tuviera mucha más acogida de la que tiene, y por el contrario estamos condenados al olvido. Eso no quiere decir que dejemos de luchar por seguir teniendo gente para encuestar todas las semanas, pero sabemos que los resultados serían mucho más fiables y más representativos si participara más gente. Nos gustaría pasar de nivel, como dice Nike en su último anuncio. Y no ser un blog, sino un estudio.
No obstante existe la mala fama, que es ganarse el conocimiento de todos por la poca excelencia, por así decirlo. Esa fama a nadie le gusta. También es cierto que cuando alguien adopta cierta fama, al conocerle más gente siempre aparecen más detractores. Pero no es nada más que un factor.
Desde aquí afirmamos que nos gusta la fama. No la fama mediática, ni la fama económica, ni la fama reconocida con premios o con fans. Nos gusta la fama porque es una manera de conseguir cosas, porque hay cosas que sin fama no van a ningún lado. Si Hitler no hubiera tenido esa fama... Ay, si Hitler... otro gallo habría cantado a la humanidad. Para bien o para mal, no se sabe. Pero bien es cierto que la fama mueve montañas progresivamente.
Si sabes cómo aprovecharlo, es algo útil. Si haces un mal uso, acabas siendo castigado.
Porque sin fama nosotros no avanzamos.
Esperamos desde la redacción que a todos y a todas los que están estos días de exámenes finales os vaya muy bien en la recta final. Las próximas dos semanas tendremos encuestas un poco más sencillas para que no os devanéis los sesos pensando. Aún así, os animamos a participar en todas las encuestas que os hagamos.
Encuesta de esta semana: 3. ¿Padre de Familia o Los Simpsons?
Esta vez ha mermado la colaboración de los encuestados en cuanto a número. 7 han sido las personas que han votado. De estas siete, seis aseguran que no les gustaría ser famosos o famosas, lo que representa un 85% aproximadamente, frente a una que asegura que sí le gustaría, correspondiendole la minoría de 14-15%.
A veces es bueno ser famoso. Dicen que "tener amigos, hasta en el infierno". Por esta regla de tres podemos pensar lo mismo de la fama. La fama es la "opinión que la gente tiene de la excelencia de alguien en su profesión o arte" según la RAE en una de sus acepciones. Por lo tanto pensemos. ¿No nos gustaría a todos que todo el mundo opinara bien de nosotros? Está claro que sí (aunque siempre habrá sujetos que dirán aquello de "pff, ¿y yo qué gano? Yo prefiero mantenerme al margen"); el problema biene cuando esa fama agrada a unos y desagrada a otros.
Aquí, en la redacción, nos encantaría que este blog tuviera mucha más acogida de la que tiene, y por el contrario estamos condenados al olvido. Eso no quiere decir que dejemos de luchar por seguir teniendo gente para encuestar todas las semanas, pero sabemos que los resultados serían mucho más fiables y más representativos si participara más gente. Nos gustaría pasar de nivel, como dice Nike en su último anuncio. Y no ser un blog, sino un estudio.
No obstante existe la mala fama, que es ganarse el conocimiento de todos por la poca excelencia, por así decirlo. Esa fama a nadie le gusta. También es cierto que cuando alguien adopta cierta fama, al conocerle más gente siempre aparecen más detractores. Pero no es nada más que un factor.
Desde aquí afirmamos que nos gusta la fama. No la fama mediática, ni la fama económica, ni la fama reconocida con premios o con fans. Nos gusta la fama porque es una manera de conseguir cosas, porque hay cosas que sin fama no van a ningún lado. Si Hitler no hubiera tenido esa fama... Ay, si Hitler... otro gallo habría cantado a la humanidad. Para bien o para mal, no se sabe. Pero bien es cierto que la fama mueve montañas progresivamente.
Si sabes cómo aprovecharlo, es algo útil. Si haces un mal uso, acabas siendo castigado.
Porque sin fama nosotros no avanzamos.
Esperamos desde la redacción que a todos y a todas los que están estos días de exámenes finales os vaya muy bien en la recta final. Las próximas dos semanas tendremos encuestas un poco más sencillas para que no os devanéis los sesos pensando. Aún así, os animamos a participar en todas las encuestas que os hagamos.
Encuesta de esta semana: 3. ¿Padre de Familia o Los Simpsons?
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada